Auténtico, interesante, entretenido: estos son solo algunos de los requisitos que la mayoría de los profesores tienen en cuenta al preparar un viaje educativo al extranjero. Los beneficios de estos viajes están bien documentados: los estudiantes experimentan nuevas culturas y aventuras mientras crecen como individuos. Esto puede ser igual de beneficioso para los profesores, quienes realmente diseñan los viajes y establecen las prioridades.
- Servicio profesional
Como el principal adulto responsable de un grupo de jóvenes (y muchas veces descuidados) estudiantes, lo más importante es contar con partners profesionales. Desde la agencia hasta los proveedores de seguros, el grupo de personas involucrado en la preparación del viaje debe ser lo más experimentado y eficiente posible.
2. Aprender, aprender, aprender
El nombre lo dice: viaje educativo. El objetivo principal de estos viajes es que los estudiantes se pongan en contacto con nuevas culturas, vean monumentos en persona que hasta entonces solo han visto en libros y aprendan de la historia de otros países.
3. Pero no solo…
Una cosa está clara: lleva a un grupo de adolescentes de museo en museo durante días y se volverán locos. El contenido de un recorrido educativo no solo puede estar enfocado en aprender, la diversión es un factor importante.
4. Cubrir lo esencial y completarlo con lugares especiales
Si vas a París, deberás visitar la Torre Eiffel, Versalles o el Museo del Louvre. Si va a Londres, harás lo mismo con la London Tower o el London Eye, y eso se aplica a los monumentos imprescindibles en el resto de las ciudades. Pero siempre es bueno visitar lugares ocultos e inesperados, para llevar la experiencia al siguiente nivel.
5. Sentir que estás teniendo unas mini vacaciones
Coordinar a un grupo de estudiantes es un trabajo duro. Es por eso que el programa del tour debe dejar algo de tiempo libre para que los responsables/profesores se relajen y sientan que también estar disfrutando la experiencia. Esto es algo a tener en cuenta al diseñar los itinerarios.
6. Cumplir las expectativas
Una vez que finaliza el viaje y el grupo regresa a casa, el momento de la verdad será evaluar si la experiencia cumplió lo esperado. Si la respuesta es sí: ¡Probablemente repetir no es una mala idea!